CAPTCHA, acrónimo de "Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart" (Prueba de Turing Pública Completamente Automatizada para Diferenciar a Computadoras y Humanos), es una técnica de seguridad utilizada en sitios web para distinguir entre usuarios humanos y programas automatizados, como bots o programas maliciosos. El propósito principal del CAPTCHA es prevenir el abuso automatizado, como spam, ataques de fuerza bruta o cualquier actividad que pueda comprometer la integridad de un sitio web.
Un CAPTCHA generalmente consiste en una serie de caracteres distorsionados, como letras y números, que un usuario debe ingresar correctamente en un campo específico antes de completar una acción, como registrarse, iniciar sesión o enviar un formulario en línea. Al requerir que los usuarios demuestren que son humanos al resolver el CAPTCHA, se puede evitar que los bots y otros programas automatizados realicen acciones no deseadas o maliciosas en el sitio web.
Existen varios tipos de CAPTCHAs, incluidos aquellos basados en imágenes, problemas matemáticos, selección de objetos o incluso tareas de reconocimiento de voz. Estos mecanismos de autenticación se han vuelto comunes en Internet y se utilizan en numerosos sitios web y servicios en línea para proteger la privacidad y la seguridad del usuario.
Si bien los CAPTCHAs son una herramienta útil para la protección contra el abuso automatizado, también pueden resultar frustrantes para algunos usuarios, especialmente si los caracteres son difíciles de leer o si se presentan en situaciones en las que la accesibilidad es un problema para personas con discapacidades visuales o cognitivas. Por esta razón, algunas páginas web han optado por alternativas más amigables, como sistemas de verificación de "Clic" o "Arrastrar y soltar", que son menos intrusivos pero aún efectivos para protegerse contra el spam y el abuso automatizado.